ALGO DE IBIZA


Es posible encontrar información suficiente sobre esta isla en infinitos espacios web, pero ya que estais por aquí os diré que es la tercera isla en tamaño dentro del archipielago de las Islas Baleares, se encuentra separada unas 60 millas al Este del territorio peninsular y apenas a un par de horas en avión de las principales capitales europeas.

It`s easy to find information about Ibiza on the web, but since you are reading this I would say that Ibiza is the third in size of he Baelaric Islands, 60 miles from the mainland and only a couple of hours from the most important airports from Europe.





Ibiza ha sido históricamente y literalmente vapuleada desde tiempos antiguos, Cartageneses, Fenicios, Romanos, Musulmanes, Cristianos y Hypies han ido dejando huella en en este pequeño pedazo de tierra, donde la humedad del mar y el apacible clima mediterraneo ha llenado de verdes pinos cualquiera de los rincones de la pequeña isla, arrastrando de paso las más blancas arenas de los fondos marinos para convertir su costa en un mágnifico muestrario de algunas de las calas y playas más bellas del Mediterraneo







No hacen falta más de 20 minutos en coche (lo que se tarda en huir del aeropuerto) para perdernos en las raíces de la Ibiza auténtica, la de las paredes blancas, tranquilos campos de cultivo, de viento y sonidos de mar en cualquier rincón de costa.
Es fácil encontrar en algún pueblo de interior las iglesias, algunas de ellas con más de 500 años de antiguedad, que han servido de retiro espiritual y de resguardo guerrero a sus habitantes desde tiempos pasados.





Fruto del continuo contacto con otros pueblos ha sido el carácter abierto y hospitalario de sus gentes, que ha derivado, entre otras costumbres, en el disfrute y esparcimiento de la vida misma, como demuestran el culto a la música, la gastronomía o el desarrollo de la artesanía con múltiples expresiones.






Cuando el calor desaparece, de Noviembre a Abril, Ibiza se aletarga profundamente, es el momento de disfrutar de ella con plenitud, la abundancia de Sol y dias claros exige a visitantes y residentes perderse en las rutas de interior para encontrar estampas tan llamativas como los campos de almendros que en las primeras semanas de Enero, cada año, regalan el blanco de su flor a la tierra que los ve crecer.




También es en ivierno, cuando a la isla le gusta mostrar su furia, gime y se retuerce batida por el temporal, como cansada y dolida de su abuso tras el verano. Los días de temporal son raros, esporádicos, no más de 15 en todo el invierno, es por eso que encandilan, absorben e hipnotizan la visión.



De camino al verano, la primavera exige abrir ventanas, renovarse, llenar de colores todo lo viejo...respirar. Es momento de sobremesa, las tardes que se alargan, el frío se desvanece y un aire renovador germina en los sentidos...es momento de encalar la casa en blanco, de limpieza y como no, que luzca imponente al sol.











Uno de los espacios naturales mejor conservados son las Salinas, lugar donde se obtiene sal marina desde hace cientos de años, aún hoy se aprovechan sus estanques para la producción de este mineral, que es enviado por mar a puertos de todo el mundo, principalmente a países del norte de Europa.
Precisamente todo este sistema conforma un Parque Natural que constituye uno de los puntos de encuentro para aves en migración en busca de tierras cálidas durante el cambio de estación.

Dicen que los atardeceres de Ibiza son los mejores del mundo...naturalmente esto sucede en todas las partes del mundo, la inevitable estima a la tierra que nos ve nacer nos ciega y de forma subjetiva nos convierte en inocentes vanidosos, aún así, reconozco la belleza y el añoro de estas postales cuando me encuentro lejos...



Es Vedrá, imponente, pedazo de roca tan alto como el punto más elevado de toda la isla, decora con mayúsculas el horizonte de la playa de Cala d`Hort, al Oeste de Ibiza. A su lado es Vedranell, tumbado,vencido, como si rindiera cuentas a su redentor, victorioso de un combate imaginario. 
 Su visión inspira historias de brujas, leyendas y de bases extraterrestres, aunque lo más probable es que como mucho su presencia siempre haya sido discreta, como refugio de pescadores cuando traiciona el mar y tal vez... como cobijo de algún que otro contrabandista o mercader de bolsillo roto en tiempos de estrecheces...
A veces Ibiza cae victima de su propia esencia, la aparición del turismo de masas hace más de cuarenta años ha ido dejando halos de fiesta, excesos y libertinaje. No se puede negar lo que es una evidencia exportada hoy por desgracia al mundo entero. Pocas fotos he encontrado con una lectura tan clara como la que viene a continuación, en si misma es capaz de mostrar las dos caras de lo que seria una misma criatura.


Con todo esto la Ibiza de hoy presenta una oferta imejorable a camino entre el ocio, la naturaleza, la cultura y, como no, el deporte. Lo años han sembrado el litoral y el interior de espacios abiertos al descanso y el recreo, con más o menos suerte (y dinero), es posible disfrutar del entorno en unas condiciones que ningún ibicenco hubiera soñado unas pocas decadas atrás.


En el casco antiguo, cerca de la ciudad amurallada de Dalt Vila, se mezclan gentes de medio mundo, durante unos meses de verano el caldo de la universalidad y las relaciones humanas se cuece en Ibiza de una forma difícil de imaginar en otra parte del planeta. Es tiempo de vivir.

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